La
estafa es un
delito que se carateriza, frente a los demás
delitos contra la propiedad o el patrimonio, porque la conducta activa del autor consiste en un engaño que contribuye a su propio enriquecimiento.
Existen diferentes modalidades de estafa, ya que se entiende que el engaño se puede producir tanto de un modo activo (lo más frecuente) como de un modo pasivo (el supuesto clásico es el de la persona que abandona un
hotel sin pagar).
En el derecho español se diferencia entre las
estafas constitutivas de delito y las que constituyen falta, estando la nota diferencial en el valor de lo estafado.